lunes, 17 de noviembre de 2008

Soledad

Soledad


Tiene instantes de intensas amarguras

la sed de idolatrar que el hombre agita,

del supremo Señor la faz bendita

ya no ríe del cielo en las alturas.

Qué poco logras, Fe, cuando aseguras

término a su ansiedad,, que es infinita

y otra vida después do resucita

y halla, en un mundo mejor, horas más puras!

Sin columna de luz, que en el desierto

guíe su paso a punto conocido,

continua el cruel peregrinaje,

para encontrar en el futuro incierto

las soledades hondas del olvido

tras las fatigas del penoso viaje.

II

¿El pensamiento humano? No sonrías

si al llegar, las nociones verdaderas

a polvo imperceptible de Quimeras

reducen tu ilusión, con manos frías.

Deja las peligrosas fantasías

y busca en perfumadas primaveras

todo el supremo bienestar, que esperas

del Cielo que prometes o que ansías.



Publicado Por
Ana Maria Barrios Escobar
Noviembre 18 de 2008

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TRISTEZA PROFUNDA

EN MEMORIA DE MI HERMANO RAFAEL RAMON BARRIOS ESCOBAR

Tristeza Profunda

Tristeza Profunda. La tarde es gris y la tristeza
Del cielo se abre para recibir a mi hermano que ha muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
Olvidada en el fondo de un palacio desierto.

Que tristeza tan profunda –Mi hermano ha muerto y nunca regresara
Como podre vivir de su recuerdo y porque se fue.
(En mi cabeza atribulada no puedo entender por qué El???
Primero mi hermanita y ahora El.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
Y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
Abandonada en medio de la tierra infinita!

Se muere mi hermano y no hay nada que hacer, que… agonía
Que tristeza, sin nada que Yo pueda hacer
Agoniza mi hermano y solo puedo acariciar sus manos y pies,
La muerte ronda alrededor de su lecho…y Yo sin nada que pueda hacer

Y por la vastedad del vacío van ciegas
Las nubes de la tarde, como barcas perdidas
Que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.
Y la muerte de mi hermano ahora es una realidad

Qué tristeza tan profunda hermano te has ido para siempre y nunca volverás
Qué tristeza tan grande me duele el corazón,
Hermano me has dejado un vacio en mi vida que nunca se llenara
Porque la muerte tuvo que llevarte Sin compasión ninguna,
Qué tristeza tan profunda deja tu vacio en nuestro corazón.

AUTORA: ANA MARIA BARRIOS ESCOBAR
AGOSTO 16 DE 2008

domingo, 4 de noviembre de 2007

QUE ES EL VERSO???


El verso es vaso santo.
Poned en él tan sólo,
MM... Un pensamiento puro,
En cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes
Como burbujas de oro de un viejo vino oscuro!
Allí verted las flores que en la continua lucha,
MM... Ajó del mundo el frío,
Recuerdos deliciosos de tiempos que no vuelven,
Y nardos empapados en gotas de rocío
Para que la existencia mísera se embalsameMM
Cual de una esencia ignota
Quemándose en el fuego del alma enternecida
De aquel supremo bálsamo basta una sola gota!

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miércoles, 17 de octubre de 2007

EN QUE PIENSAS AMOR MIO?


¿EN QUÉ PIENSAS?

Dime: cuando en la noche taciturna,

la frente escondes en tu mano blanca,

y oyes la triste voz de la nocturna brisa

que el polen de la flor arranca;



Cuando se fijan tus brillantes ojos

en la plomiza clámide del cielo...

y mustia asoma entre tus labios rojos

una sonrisa fría como el hielo;



Cuando en el marco gris de tu ventana

lánguida apoyas tu cabeza rubia...

y miras con tristeza en la cercana calle,

rodar las gotas de la lluvia;



Dime: cuando en la noche te despiertas

y hundes el codo en la almohada y lloras...

y abres entre las sombras las inciertas

pupilas como el sol abrasadoras;



¿en qué piensas? ¿en qué?

¡pobre ángel mío!Piensas en nuestro amor

despedazado ya, como el junco al ímpetu bravío

del torrente que salta desbordado?



¿Piensas tal vez en las azules tardes

en que a la luz de tu mirada ardiente,

mis ojos indecisos y cobardes

posáronse en el mármol de tu frente?



¿O piensas en la hojosa enredadera

bajo la cual un tiempo te veía

peinar tu ensortijada cabellera,

al abrirse los párpados del día?



¡Quién sabe!... no lo sé,

pero imagino que en esas horas de aparente calma,

percibes mucha sombra en tu camino,

¡sientes muchas tristezas en el alma!



Mas... otro amante extinguirá tu frío,

yo sé que tu pesar no será eterno;

mañana vivirás en pleno estío...

y yo, con mi dolor... ¡en pleno invierno!


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AniPoesia

AMOR Y MUERTE


Ruge el mar, y se encrespa y se agiganta;

la luna, ave de luz, prepara el vuelo

y en el momento en que la faz levanta,

da un beso al mar, y se remonta al cielo.


Y aquel monstruo indomable,

que respira tempestades,

y sube y baja y crece,

al sentir aquel ósculo, suspira...¡

y en su cárcel de rocas... se estremece!

Hace siglos de siglos, que, de lejos,

tiemblan de amor en noches estivales;


Ella le da sus límpidos reflejos,

él le ofrece sus perlas y corales.

Con orgullo se expresan sus amores

estos viejos amantes afligidos:

ella le dice "¡te amo!" en sus fulgores,

y él prorrumpe "¡te adoro!" en sus rugidos.


Ella lo duerme con su lumbre pura,

y el mar la arrulla con su eterno grito

y le cuenta su afán y su amargura

con una voz que truena en lo infinito.


Ella, pálida y triste, lo oye y sube,

le habla de amor en su celeste idioma,

y, velando la faz tras de la nube,

le oculta el duelo que a su frente asoma.


Comprende que su amor es imposible,

que el mar la copia en su convulso seno,

y se contempla en el cristal movible

del monstruo azul, donde retumba el trueno.


Y, al descender tras de la sierra fría,

le grita el mar: "¡En tu fulgor me abraso!

¡no desciendas tan pronto, estrella mía!

¡estrella de mi amor, detén el paso!


¡Un instante mitiga mi amargura,

ya que en tu lumbre sideral me bañas!

¡no te alejes!... ¿no ves tu imagen pura,

brillar en el azul de mis entrañas?"

Y ella exclama, en su loco desvarío:


"¡Por doquiera la muerte me circunda!

¡Detenerme no puedo monstruo mío!

¡Compadece a tu pobre moribunda!

Mi último beso de pasión te envío;

¡mi postrer lampo a tu semblante junto!...

"y en las hondas tinieblas del vacío,

hecha cadáver, se desploma al punto.


Entonces, el mar, de un polo al otro polo,

al encrespar sus olas plañideras,

inmenso, triste, desvalido y solo,

cubre con sus sollozos las riberas.


Y al contemplar los luminosos rastros

del alba luna en el obscuro velo,

tiemblan, de envidia y de dolor,

los astros en la profunda soledad del cielo.


¡Todo calla!... el mar duerme,

y no importuna con sus gritos

salvajes de reproche;

y sueña que se besa con la luna

¡en el tálamo negro de la noche!.

BLOG DE ANIS POESIAS

A TODOS LOS QUE ME CRITIQUEN


Si supiérais con qué piedad os miro
y cómo os compadezco en esta hora.
En medio de la paz de mi retiro
mi lira es más fecunda y más sonora.

Si con ello un pesar mayor os causo
y el dedo pongo en vuestra llaga viva,
sabed que nunca me importó el aplauso
ni nunca me ha importado la diatriba.

¿A qué dar tanto pábulo a la pena
que os produce una lírica victoria?
Ya la posteridad, grave y serena,
al separar el oro de la escoria
dirá cuando termine la faena,
quien mereció el olvido y quien la gloria.
Autora
Ana Maria Barrios Escobar

POESIA MUSICA INEDITA


Sentado en una piedra del camino,
y como presa de pesar tremendo,
una tarde cantaba un peregrino
una canción que me quedó doliendo.
Una canción que el alma me penetra
como un escalofrío, una balada
rebosante de hiel: triste es su letra,
pero es mucho más triste su tonada.
El sol iba a morir. Un rojo lampo
de su luz, como un luengo hilo de seda,
se enredaba en los árboles del campo
y sangraba en la frente de Aeda.
Lleguéme al trovador desconocido,
y emocionado preguntéle: ¿en dónde
aprendiste ese canto tan sentido
que a mi clamor parece que responde?
y él contestóme con acento blando,
con un acento musical: Os digo
que lo aprendí no sé dónde ni cuándo
porque, a decir verdad, nació conmigo.
Ese canto en mi ruta es mi alegría:
refresca mi fatiga y mi quebranto;
cuando a hablar comencé... ya lo sabía,
y desde entonces sin cesar lo canto.
De mi orquesta interior él es un eco
que hago sonar en la tardina calma,
y que al salir por el oscuro hueco
de mi boca glacial, me alivia el alma.
Con él recorro el mundo paso a paso,
y siempre en los parajes campesinos,
me gusta, cuando el sol baja a su ocaso,
cantarlo en la quietud de los caminos.
¿Quién eres?, pregunté. Y él dijo:
-El viejo camarada mejor del Desengaño,
nunca a los hombres de acercarme dejo,
y aunque ellos no me ven... los acompaño.
Yo soy el acicate, soy el grito
que se escapa del labio moribundo,
el ay! que repercute en lo infinito,
el verdadero emperador del mundo.
Yo elevo los espíritus, yo arranco
del humano fangal los corazones,
y purifico en el incienso blanco
que arde en mi pecho, todas las pasiones.

Gloria soy de los mártires; sus nombres
viven por mí; yo pongo los cilicios,
yo atormento la carne de los hombres
soy el padre de todos los suplicios.
Yo doy alas al genio, fuerza al justo,
esperanzas a todos los anhelos;
por mí, solo por mí, subió el Augusto
Redentor desde el Gólgota a los cielos.-
El rapsoda calló. Yo lo miraba.
Entre una nube de melancolía;
su corazón como bullente lava
a través de su pecho se encendía.
Su frente era muy blanca, su mejilla
honda, muy honda, sus cabellos canos;
de ébano y oro -excelsa maravilla-
columpiaba una cítara en sus manos.
Como dos claros pozos de tranquilas aguas
en cuencos de marmórea roca,
se remansaba el llanto en sus pupilas
sobre el rictus amargo de su boca.
Aquel hombre... ¿quién era? ¿Acaso un loco?
-¿Te llamas?, pregunté, y el peregrino:
-Soy el dolor-, me dijo, y poco a poco
se alejó en las revueltas del camino.
Marchó de cara al moribundo día,
hacia el lejano resplandor postrero,
y a manera de sol que se moría,
su planta iba sangrando en el sendero.
Abrió la noche su portal; los astros
comenzaron a hervir y un gran lucero
lloró su luz sobre los tibios rastros
del muerto sol y del senil viajero.
Pronto la luna apareció, serena,
sobre un picacho de la curva andina,
y una lechuza desgranó su pena
desde el roto esqueleto de una encina.
¡Allí quedéme estático y suspenso,
sin saber de mí nada; al otro día
pensé en el peregrino, y en él pienso
a través de los años todavía!
BY
ANA MARIA BARRIOS



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